1. TRES PALABRAS IMPORTANTES para que Dios pueda
encontrar un lugar donde nacer en nuestra vida; tres palabras con las que el
ángel interpela a María; tres actitudes para preparar el camino al que viene:
ALÉGRATE... NO TENGAS MIEDO... El SEÑOR ESTÁ CONTIGO... Descubre el gozo que
viene de lo profundo del corazón y de la vida, echa fuera el miedo, y confía en
su presencia sanadora y salvadora. RECUERDA: Si Dios está contigo, ¿quién
contra ti?...
2. Debemos tomar conciencia del sentido “no histórico”
de los textos. El anuncio del nacimiento de un hijo de dios, el nacimiento de
madre virgen, el nacimiento en una gruta, los pastores adorando al niño, el intento
de matar al niño, la huida después de un aviso, la muerte de los inocentes, el
anuncio por medio de una estrella, la adoración de unos magos, etc.; todos son
relatos míticos ancestrales y ninguno es original del cristianismo. El decir
“mítico” no quiere decir “mentira”. Este es el primer error a superar. El mito
es un relato que intenta desvelar una verdad radical que atañe al hombre
entero, y que no se puede explicar por medio de discursos racionales. Al decir
que estos relatos son míticos, no estamos devaluando su contenido, sino todo lo
contrario; nos estamos obligando a descubrir el significado profundo y vital
que tienen. Lo nefasto es haber considerado los relatos míticos como crónicas
de sucesos sin mayor alcance vital.
Todo esto lo ha descubierto la exégesis hace muchas
décadas. No acabo de comprender por qué existe tanto miedo a que el pueblo
conozca la verdad. ¿No nos dice el mismo evangelio que la verdad os hará
libres? ¿O es que lo que nos asusta es esa libertad? Es verdad que la
explicación del sentido profundo de estos textos no es sencilla, pero es
precisamente esa dificultad la que debía espolearnos. He visto a la gente abrir
ojos como platos cuando han comprendido la profundidad del mensaje.
En las lecturas de hoy destaca el contraste entre la
actitud de David, que después de hacerse un palacio, decide hacer un favor a
Dios, construyéndole un templo para que habite; y la actitud de María que ve
solo la gratuidad de Dios para con ella. La humildad de María hace posible el
acercamiento a Dios. La soberbia de David le aleja de Él. La lección es clara: Nosotros
no podemos hacer nada por Dios, es Él quien lo hace todo por nosotros. Ni
siquiera tenemos que comprar su voluntad con sacrificios y oraciones.
Ángel=mensajero no tiene, en el AT, la misma
connotación que tiene para nosotros. No debemos pensar en unos seres al
servicio de Dios, sino en la presencia de Dios de una manera humana
para que el hombre pueda soportarla. El pueblo de Nazaret no es
nombrado en todo el AT; es algo completamente nuevo. Galilea era la provincia
alejada del centro de la religiosidad oficial. La intervención divina en Jesús
rompe con el pasado y va a constituir una auténtica novedad. Todo sucede lejos
del templo y de la oficialidad.
La escena se desarrolla en una casa sencilla de un
pueblecito desconocido. A una virgen= doncella, no ligada a la institución sino
completamente anónima. Ni tiene ascendencia ni cualidad alguna excepcional. De
los padres de Juan acaba de hacer grandes elogios, de María, ninguno. Virgen no
debemos entenderla según nuestro concepto actual. Se trata de una niña aun no
casada. Alude a la absoluta fidelidad a Dios, por oposición a la imagen del
pueblo rebelde, tantas veces representado por los profetas como la adúltera o
prostituta. María representa al pueblo humilde, sin relieve social alguno, pero
fiel.
Alégrate, agraciada, el Señor está de tu parte.
Alusión también a los profetas: “Alégrate
hija de Sion, canta de júbilo hija de Jerusalén”. Es un saludo de alegría
en ambiente de salvación. Cercanía de Dios a los israelitas fieles. Dios se ha
volcado sobre ella con su favor. La traducción oficial, “llena de gracia”, nos
despista, porque el concepto que nosotros ponemos detrás de la palabra
“gracia”, se inventó muchos siglos después. No se trata de la gracia, (un ser
divino) sino de afirmar que le ha caído en gracia a Dios.
Hemos insistido tanto en los privilegios de María que
hemos convertido en impensable la encarnación de Dios en alguien que no sea
perfecto. Pablo nos habla del misterio escondido y revelado. El misterio
mantenido en secreto, por generaciones, es que Dios es encarnación. Dios
salva desde dentro de cada persona, no desde fuera con actos espectaculares. La
buena noticia es una salvación que alcanza a todos. Misterio que está ahí desde
siempre, pero que muy pocos descubren. No es que Dios realice la
salvación en un momento determinado; Dios no tiene momentos.
Cambia el concepto de Dios para el evangelista. El
Dios que a través de todo el AT se manifiesta como el poderoso, el invencible,
el dador de la muerte y la vida, pide ahora el consentimiento a una humilde
muchacha para llevar a cabo la oferta más extraordinaria en favor de los
hombres. Ese formidable cambio en la manera de concebir a Dios no es fácil de
comprender. Una y otra vez, hemos vuelto al Júpiter tronante, que está a
nuestro favor y en contra de nuestros enemigos, pero estará también contra
nosotros si fallamos.
Dios se hace presente en la sencillez. Seguimos
esperando portentos y milagros en los que se manifieste el dios que nos hemos
fabricado. Ningún acontecimiento espectacular hace presente a Dios. Al
contrario, en cualquier acontecimiento por sencillo que sea, podemos
descubrirlo. Somos nosotros los que ponemos a Dios allí donde lo vemos. Pascal
dijo: “Toda religión que no predique un Dios escondido, es falsa”. Todo dios
que percibimos viniendo de fuera es un ídolo.
Meditación
La
disponibilidad de María es la clave del mensaje.
Dejar
hacer a Dios es descubrir lo que está haciendo.
Él
lo está haciendo todo en cada instante.
Descubrir
esta presencia activa
es
la esencia de toda vida espiritual auténtica.
No
tienes que hacer nada ni conseguir nada.
En
ti está ya la plenitud que quieres alcanzar.
Resumiendo, a partir de lo que dice José María Castillo: Un lugar, una persona y un mensaje.
EL LUGAR: Nazaret, de Galilea; este acontecimiento trascendental tiene lugar en una región que se considera habitada por gente ignorante, poco observante de los mandatos de Dios. En un pueblo perdido, en un lugar así, se hace presente Dios en Jesús.
LA PERSONA: Una muchacha de pueblo, humilde, virgen todavía, llamada María; aquí se quiere saltar la absoluta novedad del acontecimiento. Dios crea de la nada, es un tiempo nuevo.
EL MENSAJE: El mesías esperado por Israel ha llegado, pero no como es esperado, sino como novedad, al estilo de Dios, rompiendo todos los esquemas previos.
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