sábado, 17 de marzo de 2012

DIOS ES MUCHO MEJOR DE LO QUE PIENSAS.


“Te aseguro que Dios es mucho mejor de lo que piensas. El se conforma con una
mirada, con un suspiro de amor... Y creo que la perfección es algo muy fácil de
practicar, pues he comprendido que lo único que hay que hacer es ganar a
Jesús por el corazón... Fíjate en un niñito que acaba de disgustar a su madre
montando en cólera o desobedeciéndola: si se mete en un rincón con aire
enfurruñado y grita por miedo a ser castigado, lo más seguro es que su mamá no le
perdonará su falta; pero si va a tenderle sus bracitos sonriendo y diciéndole:
«Dame un beso, no lo volveré a hacer», ¿no lo estrechará su madre tiernamente
contra su corazón, y olvidará sus travesuras infantiles...? Sin embargo, ella sabe
muy bien que su pequeño volverá a las andadas en la primera ocasión; pero no
importa: si vuelve a ganarla otra vez por el corazón, nunca será castigado3...
Ya en tiempos de la ley del temor, antes de la venida de Nuestro Señor, decía ya el
profeta Isaías, hablando en nombre del Rey del cielo: «¿Podrá una madre olvidarse
de su hijo...? Pues aunque ella se olvide de su hijo, yo no os olvidaré jamás». ¡Qué
encantadora promesa! Y nosotros, que vivimos en la ley del amor, ¿no vamos a
aprovecharnos de los amorosos anticipos que nos da nuestro Esposo...?
¡Cómo vamos a temer a quien se deja prender en uno de los cabellos que vuelan
sobre nuestro cuello...!
Sepamos, pues, hacer prisionero a este Dios que se hace mendigo de nuestro amor.
Al decirnos que un solo cabello puede obrar este prodigio, nos está mostrando que
los más pequeños actos, hechos por amor, cautivan su corazón... Si hubiera que
hacer grandes cosas, ¡cuán dignos de lástima seríamos...! ¡Pero qué dichosas
somos, ya que Jesús se deja prendar por las más pequeñas...!”

 Carta de santa Teresa de Lisieux a su hermana Leonia, escrita el 12 de julio de 1896. (Carta número 191).

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.