miércoles, 28 de noviembre de 2018

TRES PALABRAS PARA DECIR AMOR


Los griegos tenían tres palabras para referirse al amor: eros (deseo), philía (afecto), ágape (amor de autodonación)…

EROS no se reduce simplemente a al deseo sexual, aunque lo incluye. Se refiere al aspecto inquieto del amor, al fuego interior que provoca, al desasosiego, la nostalgia de tiempos mejores, pasión y el dolor que van juntos. Puede implicar frustración e insatisfacción, y también ser energía que estimula e impulsa hacia la belleza y la creatividad. Pero, dejemos claro, que todo deseo, adopte la forma que adopte, es deseo de amor.
Luego PHILÍA es el afecto que sentimos por personas cercanas; queremos que sean parte de nuestra vida, deseamos lo bueno para ellas. Aquí entrarían también todos los sentimientos del amor romántico, y la ternura de la verdadera amistad.
Finalmente el ÁGAPE es el amor que sale hacia los demás sin buscar nada para sí mismo. Es el amor genuino que se puede sentir por personas desconocidas que están sufriendo algún mal, que es sensible a lo que le rodea, que es capaz de sacrificarse por otros o por causas justas.

Todo amor verdadero comienza como deseo, lleva al afecto y culmina en este amor de autodonación.  Podemos verlo en el amor de pareja, que pasa por los tres estados, y es importante destacar que la autodonación no debe dejar atrás el deseo ni el afecto, sino que estos e ven fortalecidos y renovados. Toda nuestra vida es respuesta a este anhelo creciente y multifacético e amor que hay en lo más profundo de nuestro ser.
 Los objetos de nuestro amor pueden ser: una persona (familia o amigo), un objeto (una flor, un cuadro, un libro), una actividad (estudiar, pintar oír música, ver el mar), una idea (la justicia, la belleza). La sensación de sentido vendría dada por la suma total de los amores de nuestra vida. Cuanto más amor hay, más sentido hay, y nunca hay demasiado amor ni demasiado sentido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.