Tres palabras nos deja el Evangelio: pedir, buscar, llamar...
Tres actitudes necesarias para quien quiera SER ORACIÓN: pequeñez o pobreza espiritual, apertura y capacidad de riesgo, insistir y perseverar. De todas ellas nos habla la vida de Jesús, él es nuestro maestro en este camino de interioridad y liberación.
La puerta para acceder a ese mundo nuevo, maravilloso, lleno de espacios por descubrir, es la ORACIÓN. Y este camino es una aventura en la que más alcanzaremos cuanto más pidamos, busquemos, gritemos... Cuanto más nos entreguemos y AMEMOS.
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