Siguiendo con las mujeres que aparecen mencionadas en la genealogía de Jesús en el Evangelio de Mateo, hablemos ahora de RUTH, que también eligió y confesó al Dios de los hebreos. Ella tomó una determinación que parecía catastrófica: habiendo quedado viuda y sin hijos, decidió seguir a su pobre y desamparada suegra. Cuando el momento y las circunstancias fueron oportunos, se animó a trasponer el ámbito doméstico (el adentro femenino), para exigir el cumplimiento de la ley del levirato que la amparaba en su soledad.
Ruth es mujer, viuda, pobre y extranjera, en su persona se reunen todos los condicionamientos para la marginación social. En una sociedad que privilegia al israelita, ella es extranjera;en una sociedad que privilegia al varón, ella es mujer; en una sociedad que privilegia a la madre, ella es viuda y no tiene hijos. De su vida anteriuor solo sabemos que estvo casada con Mahlón, hijo de Noemí.
Dadas las circunstancias de pobreza y soledad en que las dejó la muerte de los hombres de la familia, Noemí decide volver a Belén, su lugar de origen, y en medio del viaje tiene un lugar un diálogo de ella con sus dos nueras. Noemí parece querer convencerlas de que se queden y regresen a la casa de su madre; una de ellas lo hace, pero la otra, Ruth, decide seguir con ella, aceptando un futuro incierto que se vislumbra lleno de privaciones, al lado de su suegra.
Pero va más lejos Ruth: no solo decide seguir a su suegra, sino que contrae formalmente un compromiso que vale la pena leer detenidamente, pues en él están impolicadas todas las areas vitales de la joven: su vida cotidiana,, su vida social, y lo más importante, su vida espiritual. Ella dice: Tú Dios será mi Dios.
Ruth, al seguir a Noemí, hace un difícil renunciamiento: renuncia a sus padres, a su compañía, a su protección, su cuidado y sus consejos; abandona su patria, con toda la pérdida y nostalgia que esto supone para un emigrante; la ausencia de amigos, paisajes certezas.
Pero, aunque el texto no lo dice, puede suponerse: en algún momento del camino, Ruth tuvo un encuentro con ese Dios al que ahora también abraza; es desde esa experiencia que toma esta decisión. Ella toma al Dios de su suegra, el Dios de Israel, como su garante, apropiándose asi también de las promesas de fidelidad de ese Dios a su pueblo. En este proceso de cambio, a partir de su decisión, la mujer moabita se desplaza de diversas formas: camina hacia un nuevo pueblo, hacía una nueva posición social, y hacia una nueva fe.
Cuando Ruth elige seguir a su suegra toma la decisión de ligar a ella su destino, y hace suyos su pueblo, su gente, sus leyes, y fundamentalmenbte su fe. Esto es premiado en el relato cuando Ruth queda embarazada, pues el hijo es un don, un regalo de Dios, que le asegura un lugar con derecho en medio de ese nuevo pueblo.
La mujer sola, viuda, pobre y extranjera que había confiado y hecho suyo al Dios de Israel es ahora una madre israelita, que no siolo dió a luz a Obed, sino que forma parte de la genealogía de David, que conduce a Jesús, al Salvador.
Esta historia de Ruth es una lección de vida y de fe, pues ella pudo resistir la más dura adversidad desde que abrazó al Dios de Israel, y también porque en el relato confluyen la bondad y los buenos propósitos de mucha gente. Es una canto coral: Noemí, Ruth, Booz, las mujeres y los hombres del pueblo... Aquí además son las mujeres las protagonistas de la historia, superando el esquema patriarcal de otros relatos bíblicos.
El encuentro directo entre personas es uno de los lugares más efectivos y decisivos en los que Dios se revela. La amistad entre mujeres y varones se presenta en esta historia como un fundamento de la fe en Dios.
El gran tema del libro de Ruth es la redención; en el Antiguo Testamento Dios aparece como el Gran Redentor, que obra en la lucha de las dos mujeres, en cooperación con el resto de las personas, y que se manifiesta en acciones concretas de la vida: amor, diálogo, amistad, fidelidad, trabajo, búsqueda de derechos, embarazo, fiesta del pueblo...
Cuando el ser humano decide servir al otro o a la otra sin fines de lucro y egoísmo, como hicieron Ruth, Noemí, Booz y la gente del pueblo, cuando quedan superadas las divisiones y limitaciones socio políticas, de etnias, religión, nivel social, género y edad, se hace presente la acción liberadora de Dios.
(Tomado de ISHA. La mujer según la Biblia, SBU)
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